Ioánnina

Ioánnina es una ciudad que al principio puede parecer gris y hostil, sobre todo si llegas en octubre y tus primeros dias allí están pasados por agua.

Además está lejos de todo y provoca una sensación de aislamiento que tampoco es del todo agradable.

Sin embargo, poco a poco se le va cogiendo el puntillo... Algún dia deja de llover y sale el sol. Entonces te puedes ir a pasear por el muelle, a la orilla del lago, con los árboles, su carril bici, gente pescando... Y descubres que esta ciudad tiene encanto...

El casco antiguo aún conserva tiendas tradicionales, tostaderos de café, tabernas, zapateros, talleres donde trabajan la plata, ferreterías antiguas... De todo. Pasear por las callejuelas puede llegar a ser bastante entretenido y muy interesante.

En posteriores entradas hablaré de otros rincones de la ciudad que merecen ser mencionados aparte, como por ejemplo la isla o la fortaleza.

Como resumen, puedo decir que Ioánnina es una ciudad mágica, que cautiva a todo el que la visita y al final se acaba echando de menos...